El robot Kiwibot te lleva tus pedidos a tu vivienda

La robótica avanza y en el día de hoy os presentamos a un robot que no es un robot camarero ni un robot asesino, aunque está llamando la atención de los más curiosos. KiwiBot es un pequeño droide que lleva varios años en proceso de experimentación en la city de Berkeley. Comenzó en 2017 como una aplicación de la empresa Kiwi que llevaba la comida a los universitarios de la Universidad de California, en Los Ángeles y Berkeley, a quince kilómetros al nordeste de la ciudad de San Francisco.

En sus dos años de vida, KiwiBot ha realizado más de treinta mil transportes utilizando hasta la actualidad más de ciento cincuenta dispositivos. Se trata de unos robots realmente diminutos, los cuales tienen una velocidad punta inferior a los 2 km/h. Los Kiwibots se mueven gracias a una aplicación que integra coordenadas GPS e incorporan sensores y cámaras con los que estudia el entorno y evita los obstáculos.

La compañía se encuentra en plena expansión y quiere ser el integrador de estos robots en Universidades tan prestigiosas como el propio MIT.

¿De qué manera se pide comida en Kiwi?

Efectuar un pedido es relativamente fácil de lo que parece. Basta con descargarte una app, eliges el alimento que necesitas y confirmas unas coordenadas GPS en la propia aplicación para te envíen el envío. El pago como suele ser habitual en aplicaciones similares se efectúa vía on line.

Durante la espera, desde la app recibes información sobre la situación de tu pedido, e incluso puedes ver por vídeo el recorrido que se encuentra efectuando el robot. Cuando llega a su destino, desde la app recibes un mensaje, y después de accionar un botón en la pantalla de tu móvil, el sistema acciona compuerta de seguridad con el fin de que puedas recoger tu comida.

Son máquinas que de momento están ofreciendo un transporte de calidad sin llegar a poner en riesgo para los humanos. La convivencia con ellos ha sido exitosa, sin embargo no debemos olvidar que hace unos meses hubo un acontecimiento que temporalmente puso a los robots en el punto de mira.

En el último mes de 2018 los medios de comunicación informaron de de qué manera un KiwiBot había ardido en mitad de la calle. Justo pasó delante del edificio Unión de estudiantes Martin Luther King Jr. Fue un suceso de amplia repercusión pública, pero consecuencias para las personas. El motivo del accidente fue producido por emplear una batería deficiente. Hasta que no se realizó un proceso de análisis del motivo, los KiwiBots fueron relegados temporalmente del campus universitario.

El envío de pedidos lo hacen los robots

El envío de comida a domicilio se encuentra en fase de desarrollo, siendo muchas las compañías que están dedicando presupuestos para aumentar sus aplicaciones por medio de los mismos robots autónomos. 

Como hemos señalado, esta empresa fue la que innovó en el sector, pero detrás hay otras como DoorDash y Uber Eats. Por citar otra tenemos a Starship Technologies, que es una empresa que coopera con la cadena alimentaria Sodexo. A comienzos de 2019 ha implementado una flota de 25 uds en la Universidad de George Mason y de 30 robots en La Universidad del Norte de Arizona con la misma finalidad.

Hasta la fecha, las limitaciones en las legislaciones dificultan que las innovaciones en robótica sean implantadas con mayor velocidad. El territorio de Washington ha sido uno de los últimos en lograrlo, puesto que a finales de abril ha regularizado la ley en favor de que los robots autónomos se les permita repartir por las calles. Incluso de este modo, se dan discrepancias a que estas máquinas inteligentes deambulen por las calles entre los humanos.

La competición por dominar el mercado del envío de comida a domicilio se encuentra en apogeo. En abril de 2019 se llevó a cabo Articulate en la ciudad de San Francisco, una exposición dedicada exclusivamente a los robots de reparto de comestibles en donde se hicieron públicos los últimos avances en el sector. El futuro es beneficioso para estos robots a pesar de que se enfrentan a un poderoso oponente, los drones. Frente a su imparable avance se verán obligados a competir para ver cuál de los dos proporciona un producto más eficaz.